La Iglesia
La iglesia es una de las obras más importantes de la arquitectura colonial. Conserva en su interior el estilo original barroco y es el segundo templo más antiguo de la ciudad.
Su fachada fue proyectada por fray Andrés Blanqui y está conformada por un conjunto de pilastras dobles bajo un frontis clásico, coronado por cinco pináculos y una cruz de hierro en el centro. Del lado derecho hay una espadaña (o campanario abierto) de dos arcos, coronada por tres pináculos. En el año 1866 se le incorporó la esfera actual del reloj, coincidiendo con la colocación de las rejas del frente. La máquina del reloj es obra del maestro relojero inglés Thomas Windmill y data de la época de la construcción del Convento. Inicialmente servía para poner en movimiento las agujas de otro reloj, cuya esfera aún existe pintada en la pared del claustro. Del lado contrario se eleva la torre campanario, de base cuadrada, coronada por un tambor con ventanas que es rematado por una cupulina en forma de campana, revestida con azulejos provenientes de Calais (Francia) en 1866. En su extremo superior una bola de bronce soporta una cruz de hierro forjado y una veleta. Al momento de su construcción, era el punto más alto de la ciudad y, lo buscaban los navegantes con sus catalejos para orientarse.
El atrio
Sobre el lado derecho del atrio, hay un busto dedicado a la memoria de Rafaela de Vera y Aragón, esposa del VIII Virrey del Río de la Plata, Joaquín del Pino y Rozas.
Detrás del busto que está en el atrio, sobre la pared, una mayólica que muestra la imagen de la iglesia vista desde el río a fines del siglo XVIII, realizada por el artista valenciano José Remo. Es una reproducción de un cuadro pintado por el artista español Brambila.
El Interior
Consta de una sola nave con un crucero muy desarrollado cubierto por bóveda vaída. Las capillas laterales son poco profundas. El presbiterio es rectangular. Contiene un coro alto a los pies.
Altares y retablos
Se destaca el retablo del altar mayor, de arte barroco, con la imagen titular en el centro. El altar mayor es una pieza muy singular, con ornamentación inca del Alto Perú, muy ricamente trabajado en plata.
La primera imagen que vamos a observar es la de la Virgen del Pilar, de madera tallada y policromada, hecha por un imaginero de Bs.As., en el siglo XVIII. Está representando la aparición de la Virgen al apóstol Santiago.
A ambos lados podemos observar a Sto. Domingo de Guzmán (con su hábito negro y blanco, fundador de la orden de los Dominicos) y, a San Francisco de Asís, este último con una calavera, ya que él la usaba para meditar sobre la fugacidad de la vida.
San Francisco y Sto. Domingo se conocieron en vida y se entendieron muy bien, de ahí que muchas veces encontremos en iglesias franciscanas imágenes de Santo Domingo y viceversa.
En la parte superior, vemos dos imágenes de santos no identificados, probablemente de la reforma de San Pedro de Alcántara, podrían ser San Pedro Regalado (- por reglado- el que tiene un libro en su mano, que simboliza la Regla) y, San Pascual Bailón, ambos recoletos. Son las imágenes más antiguas del conjunto y se dice que podrían ser, obra de un hermano lego recoleto.
Capilla de las Reliquias
Según la tradición, fue obsequiado por el rey Carlos III de España. El altar de las reliquias está construido en maderas muy finas y contiene urnas, relicarios y también valiosas imágenes de cera. En el piso vemos una lápida que recuerda el lugar de descanso de Martín Josef de Altolaguirre. Sobre un costado, se encuentra la imagen del Señor del huerto de los Olivos, vestido con túnica de terciopelo rojo, realizado por un tallista español del siglo XIX
Capilla de San Pedro de Alcántara
Esta capilla se encuentra frente a la anterior y en la misma se halla la imagen de talla completa, de San Pedro de Alcántara (segundo patrono de la iglesia) fue realizada por un tallista del Alto Peru. Aquí fue sepultada la madre del Gral.Juan Galo Lavalle, Mercedes González de La Valle.
La Capilla del Santísimo
En nuestra parroquia contamos con una capilla de Adoración Perpetua, la misma se encuentra a continuación de la de San Pedro de Alcántara.
“El tiempo que pasamos con Jesús en el Santísimo Sacramento es el mejor tiempo invertido del mundo”, afirmaba la Madre Teresa. “No hay lugar en el mundo donde sean mejor recibidos, ni lugar de la Tierra donde sean más amados, que en la Capilla del Santísimo Sacramento, donde Jesús está verdaderamente presente”.
El papa Francisco nos dice que “la Iglesia necesita imperiosamente el pulmón de la oración, y me alegra enormemente que se multipliquen en todas las instituciones eclesiales los grupos de oración, de intercesión, de lectura orante de la Palabra, las adoraciones perpetuas de la Eucaristía” (La alegría del Evangelio 262). La adoración es necesaria para vivir la fe en el Señor.
La capilla se encuentra abierta todos los días de 8 a 22 h, donde permanece expuesta la Santa Eucaristía de manera permanente para la adoración de los fieles.
Además, en la Parroquia contamos con una Comunidad de Adoradores quienes adoran de manera perpetua a Jesús Eucaristía, de lunes a domingos de 00 a 24.00 h. Quienes son parte se comprometen a acompañar al menos una hora por semana a Jesús Eucaristía. Para conocer más sobre la Comunidad y cómo ser parte hace click acá.